RENOVARSE O MORIR.

Renovarse o morir. Por todos lados escuchamos que los cambios, aun inesperados, son oportunidades. Así debemos enfrentarlos para poder sacar de la vida -sobre todo de lo que no esperamos de ella- algún aprendizaje que nos ayude a crecer como personas.

Pero cuando los cambios son buscados, cuando responden a un análisis y a una reflexión basada en nuestras necesidades; cuando hacemos una balanza y sopesamos lo que somos y lo que queremos ser, lo que hemos logrado y lo que todavía queremos lograr, debemos ir con pies de plomo.

Si el cambio es inesperado, el instinto de supervivencia nos hace ir hacia adelante y, para eso, siempre contamos con una red de apoyo que hemos ido fraguando y construyendo a lo largo de los años: familia, amigos, nuestros aprendizajes anteriores… es decir, cuando el cambio llega por sorpresa nos asaltan dudas pero también toda una amalgama, un poso, de experiencia vital que nos empuja hacia adelante.

Si el cambio es, por lo contrario, buscado, puede sucedernos lo contrario. Podemos encontrarnos con voces a nuestro alrededor e incluso dentro de nosotras mismas que nos dicen que vayamos con cuidado, que quizás no sea el mejor momento, que quizás salga mal, que quizás no lo estamos haciendo bien.

Claro que puede suceder y, a veces, sucede.

Pero hay cambios tan reflexionados, tan sopesados con calma y que responden a un análisis tan profundo, que somos capaces de anular todas las voces contrarias, todos os miedos interiores, todos los “¿y si sale mal?”.

Por eso hemos decidido cambiar. Renovarnos. Hemos decidido que las personas a las que le debemos el avance de nuestra vida profesional se merecen algo a cambio. Lo mejor de nosotras.

En el aspecto humano, esto lo hemos tenido siempre en cuenta. Por supuesto, no hemos dejado de formarnos, de estar al día en lo último en técnicas y productos que mejoran nuestro saber hacer, nuestra atención y nuestro servicio.

Ahora es hora de atacar otro frente: le damos un aire nuevo a nuestra peluquería.

Haremos de ella un lugar más acogedor, más cómodo, más seguro para tod_s vosotr_s en una época en la que la seguridad y la salud se han impuesto como principal objetivo.

Nuestra pelu está en reformas como lo hemos estado nosotras estos días en que nuestras puertas han permanecido cerradas.

Dentro de muy poco (unos días) las abriremos de nuevo y, entonces sí, os enseñaremos los resultados.

Estamos ya casi de vuelta. Os hemos echado de menos y sabemos, como siempre pero quizás mejor que nunca, que os queremos mantener a nuestro lado.

Esto lo hacemos por ti, por tu fidelidad, por todo lo que nos has dado a lo largo de estos 22 años.

La lealtad lo es todo.

Os queremos.

renovarse o morir
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